Es el veterano de los Mostos de Jerez. Acunada por la suavidad de las lomas de albariza, la Viña San Cayetano contempla desde la cima de su privilegiada ubicación un oleaje de pequeñas ondulaciones plagadas de cepas cuyo paisaje se mueve, se renueva y cambia al son de las estaciones y de los frutos que las acompañan, ofreciendo una vista capaz de conmover los sentidos. No es de extrañar que el padre del propietario, Rafael, inaugurase hace cuarenta años sin proponérselo y quizá mientras contemplaba la pintura de la ciudad de fondo, la costumbre de compartir los primeros tragos del vino joven. Primero, con los más cercanos, en solitario; después, ampliando el círculo y acompañándolo con salazones, conservas y algún rabanito; finalmente, acrecentando y enriqueciendo la degustación con platos típicos como el conejo de campo. La Viña ofrece, además de la magnífica vista y del mosto de elaboración propia, la posibilidad de pasearse, ya en el interior del comedor, entre aperos e aparejos propios de la vendimia, para reconocimiento o evocación de los visitantes.