MOSTO NICOLAS
Un mosto plagado de clientela en una jornada cualquiera de entre semana, antes de la una del mediodía. Clientela local, sobre todo a mediodía los días de diario, que se transforma en clientela fundamentalmente foránea los fines de semana. En un negocio del que se puede sospechar que apenas ha variado desde que lo iniciase el padre del actual propietario, en 1974. Se combinan las botas del mosto, de cosecha propia que produce con cualquier otro elemento, por sorprendente que parezca. En los fogones se prepara sopa de tomate, en lugar del tradicional ajo que se suele reservar a este tipo de establecimientos.