Establecimiento con encanto ya que ha conservado gran parte de los elementos de este bar de los años 50, aunque también aportando una parte nueva ya que la anterior estaba en muy mal estado. Tiene dos salones y una larga barra. En ella destacan la fila de barriles donde guardan el vino de la bodega de “Jesús” de la barriada de El Pelirón de donde traen el vino y también una nevera que funciona a la perfección apesar de ser de mediados del siglo XX. El local también conserva parte del suelo. En este ambiente se puede comprar el vino para llevar o también tomarlo por copas, como se hacía en los tabancos jerezanos. Para acompañarlos jamón cortado a cuchillo, quesos y chacinas, además de conservas de Barbate. También algunas tapas de cocina como ensaladilla o atún en manteca que hacen ellos mismos y que acompañan, como contraste, con cebolla caramelizada. También tienen pinchitos y los fines de semana guisos caseros. Algunos días programan actuaciones de flamenco o de otro tipo de música.